El otro día estaba pensando, en realidad discuto mucho con mi familia por mi forma de pensar, pero es que a veces analizo demasiado las cosas y le voy mil y un vueltas y no puedo evitar querer dar mi opinión.
Resulta que mi padre tiene un amigo, que tiene un hijo al que le acaban de detectar cáncer en la sangre, cuando él me lo contó escuche más de mil veces la palabra pobrecito o pobrecillo, como ustedes quieran entenderla. ¿A que nos suena eso a todos?
Exacto, lástima.
No soy, y espero nunca serlo; fan de la lastima. Detesto la lastima, una de las principales razones por las cuales casi siempre oculto cuando estoy mal y aún si estoy enferma me levanto de la cama, me baño y me maquillo la cara para que no noten que estoy enferma es porque detesto la lástima.
El año pasado tuve una maestra en Sociales que cambio mucho mi forma de pensar y de verdad le agradezco a Dios haberme puesto ese pedazo de maestra en el camino. Ella nos contó una historia que yo ahora les contaré a ustedes.
Resulta que mi maestra tiene dos tías, ambas tienen ya su familia hecha, ambas hermanas se casaron y tuvieron hijos, la hija mayor de una de ellas nació con un síndrome extraño, algo como un retraso mental, pero no es down, ella estuvo sus primeros 6 meses de vida en una incubadora, nadie creyó que ella podría vivir, la bebe nació con no sé que parte de su organismo de fuera y tuvieron que alimentarla a través de un tubo en el cuello. Milagrosamente esta bebe sobrevivió, hoy en día es una mujer de 35 años. Los padres de esta mujer, prima de mi maestra, siempre la vieron como con lástima, siempre fue como que Pobrecita nuestra niña, tiene discapacidades para estudiar, mejor no la pongamos a estudiar, mejor que se consiga un hombre, mejor que aprenda algún oficio fácil. Pobre, ella a penas y tiene vida.
Y efectivamente esta mujer nunca estudio, pasaba de grado cada año porque sus padres pagaban para que lo hiciera, pero obviamente ella nunca aprendió nada, no estudió la universidad y aún ahora, a sus 35 años sus padres la siguen manteniendo.
Desgraciadamente, la otra tía de mi maestra, también tuvo una hija con este síndrome, la menor de sus hijos nació de esta manera. Pero esta familia, a diferencia de la otra, jamás le tuvo lastima a su propia hija, le dijeron cada día de su existencia que ella era fuerte, que ella era especial porque había sobrevivido a algo que muchas personas no sobrevirian, estos padres incentivaron cada día a su hija a estudiar y a esforzarse, le enseñaron a ser fuerte, incluso le dijeron que ella era mejor que los demás, porque ella había pasado por cosas que los demás no.
Esta chica ahora tiene 23 años, se graduó de la universidad en 4 años, tiene trabajo, jamás dependió de sus padres, toma medicamentos, si, porque su enfermedad jamás terminará, pero eso no la detiene, nunca la detuvo y nunca la detendrá. Porque sus padres tuvieron fe en ella, no lastima.
A lo que quiero llegar con esto es que, nosotros no tenemos ningún obstáculo realmente, realmente no hay nada ni nadie que nos impida ser lo que queremos ser, excepto una persona: nosotros mismos.
Volviendo al caso de este chico que tiene cáncer, tampoco soy insensible, tampoco voy a decir que no me importa si tiene o no cáncer, porque este chico, tiene alrededor de 12 años, quizás no es justo, pero, ¿quien soy yo para decir lo que es justo y lo que no? quizás la vida esta siendo dura con él pero, ¿con quien de nosotros no ha sido dura la vida?
Somos seres humanos, la raza superior, ¿no es así? ¿no es eso lo que nos creemos?
Sabemos distinguir entre lo que esta bien y lo que esta mal. Y si tu, que me estás leyendo estás pasando por alguna situación difícil, déjame decirte que no eres el único, y que no importa si el problema es tan grande como el cáncer o tan pequeño como un corazón roto. En realidad, no hay problemas grandes y pequeños, no hay situaciones difíciles ni fáciles, solo hay una cosa: tu perspectiva.
Y eso, al final de cuentas lo es todo. La forma en la que tu dejas que las cosas te afecten lo es todo.
Creo que todos hemos escuchado de gente con cáncer que ha creado ong, que ha sido orador motivacional, que ha hecho esto y lo otro. Yo no digo que este niño deba ser así, yo solo digo que de él dependerá como tomar esta enfermedad en su vida.
Yo no voy a tener lastima de él porque Dios lo esté poniendo a prueba, todo pasa por algo, incluso lo malo, y solo debemos de saber como actuar, como reaccionar.
Quiero finalizar, diciéndoles lo común, lo que todos ya sabemos pero no sería yo si no se los dijera, y no sería este blog tampoco, no te dejes comer por la lastima.
Resulta que mi maestra tiene dos tías, ambas tienen ya su familia hecha, ambas hermanas se casaron y tuvieron hijos, la hija mayor de una de ellas nació con un síndrome extraño, algo como un retraso mental, pero no es down, ella estuvo sus primeros 6 meses de vida en una incubadora, nadie creyó que ella podría vivir, la bebe nació con no sé que parte de su organismo de fuera y tuvieron que alimentarla a través de un tubo en el cuello. Milagrosamente esta bebe sobrevivió, hoy en día es una mujer de 35 años. Los padres de esta mujer, prima de mi maestra, siempre la vieron como con lástima, siempre fue como que Pobrecita nuestra niña, tiene discapacidades para estudiar, mejor no la pongamos a estudiar, mejor que se consiga un hombre, mejor que aprenda algún oficio fácil. Pobre, ella a penas y tiene vida.
Y efectivamente esta mujer nunca estudio, pasaba de grado cada año porque sus padres pagaban para que lo hiciera, pero obviamente ella nunca aprendió nada, no estudió la universidad y aún ahora, a sus 35 años sus padres la siguen manteniendo.
Desgraciadamente, la otra tía de mi maestra, también tuvo una hija con este síndrome, la menor de sus hijos nació de esta manera. Pero esta familia, a diferencia de la otra, jamás le tuvo lastima a su propia hija, le dijeron cada día de su existencia que ella era fuerte, que ella era especial porque había sobrevivido a algo que muchas personas no sobrevirian, estos padres incentivaron cada día a su hija a estudiar y a esforzarse, le enseñaron a ser fuerte, incluso le dijeron que ella era mejor que los demás, porque ella había pasado por cosas que los demás no.
Esta chica ahora tiene 23 años, se graduó de la universidad en 4 años, tiene trabajo, jamás dependió de sus padres, toma medicamentos, si, porque su enfermedad jamás terminará, pero eso no la detiene, nunca la detuvo y nunca la detendrá. Porque sus padres tuvieron fe en ella, no lastima.
A lo que quiero llegar con esto es que, nosotros no tenemos ningún obstáculo realmente, realmente no hay nada ni nadie que nos impida ser lo que queremos ser, excepto una persona: nosotros mismos.
Volviendo al caso de este chico que tiene cáncer, tampoco soy insensible, tampoco voy a decir que no me importa si tiene o no cáncer, porque este chico, tiene alrededor de 12 años, quizás no es justo, pero, ¿quien soy yo para decir lo que es justo y lo que no? quizás la vida esta siendo dura con él pero, ¿con quien de nosotros no ha sido dura la vida?
Somos seres humanos, la raza superior, ¿no es así? ¿no es eso lo que nos creemos?
Sabemos distinguir entre lo que esta bien y lo que esta mal. Y si tu, que me estás leyendo estás pasando por alguna situación difícil, déjame decirte que no eres el único, y que no importa si el problema es tan grande como el cáncer o tan pequeño como un corazón roto. En realidad, no hay problemas grandes y pequeños, no hay situaciones difíciles ni fáciles, solo hay una cosa: tu perspectiva.
Y eso, al final de cuentas lo es todo. La forma en la que tu dejas que las cosas te afecten lo es todo.
Creo que todos hemos escuchado de gente con cáncer que ha creado ong, que ha sido orador motivacional, que ha hecho esto y lo otro. Yo no digo que este niño deba ser así, yo solo digo que de él dependerá como tomar esta enfermedad en su vida.
Yo no voy a tener lastima de él porque Dios lo esté poniendo a prueba, todo pasa por algo, incluso lo malo, y solo debemos de saber como actuar, como reaccionar.
Quiero finalizar, diciéndoles lo común, lo que todos ya sabemos pero no sería yo si no se los dijera, y no sería este blog tampoco, no te dejes comer por la lastima.